El lado más triste del deporte

Juan David López

España vive su época dorada del deporte y este año se muestra como aval de esta afirmación. El gran referente de este maravilloso 2010 es el Mundial de Fútbol, pero también hay que mencionar a Nadal, Alonso, Gasol, Jorge Lorenzo y demás héroes.

Este esplendor español no se ha visto en el atletismo tal y como muestran las últimas grandes competiciones. Ninguna medalla en Pekín, tres medallas en Berlín y ocho en Barcelona.
El atletismo español está en crisis, los jóvenes de hoy en día no se sienten atraídos por este deporte, tanto que muchas esperanzas se ponen en los atletas nacionalizados.

A pesar de esta situación hemos obtenido unas pocas victorias que han difuminado el mal momento en las pistas. Gran parte de estas alegrías vienen de las carreras de fondo, aquellas donde ganaron Marta Domínguez, Nuria Fernández y Alemayehu Bezabeh. Estos dos últimos entrenados por Manuel Pascua.

La semana pasada en una entrevista, “Manolo” dijo que en el fondo “tenemos gente que es muy buena, de nivel mundial”. La gran baza de España hoy en día está en carreras como los 1500 o 5000, donde competimos mano a mano con África.

Manuel Pascua

Hoy ya se sabe que todo esto es mentira, que la gran esperanza del atletismo español no era más que una ilusión fruto del dopaje. El entrenador capaz de formar campeones de la noche a la mañana ha sido descubierto como un defensor de los métodos más tristes que hay en el deporte.

Si antes de la Operación Galgo el atletismo español estaba moribundo, ahora no es más que un fantasma con un futuro incierto.
Manuel Pascua dijo la semana pasada que “los niños no van al deporte, van a otra cosa, al botellón a lo que sea”. Quizá sean noticias como esta las que alejan a los niños del atletismo.